Viviendo como un local dentro de la capital de Colombia ¿Qué comer y a dónde ir en Bogotá?

La capital de Colombia tiene una gran variedad gastronómica, estando allí puedes probar todo tipo de comida tanto local como de otras regiones. Es importante comentarte que puedes ir a buenos restaurantes y no gastar mucho dinero, en comparación con Europa la comida es más barata, pero no quiere decir que sea de peor calidad, al contrario, de igual calidad, haciendo de la gastronomía una fiesta en la ciudad.

Te invito a probar sus platos típicos en este recorrido de sabores que te iré nombrando a continuación. Estas son las comidas que no debes dejar pasar de la cocina bogotana:

Esta bebida tradicional y popular colombiana se puede servir caliente o fría. Está compuesta por panela, un producto que se hace con caña de azúcar, es dulce y de color marrón, se vende en bloques o rallada y el sabor es similar a la del azúcar morena.

La panela al ser disuelta en agua sirve como endulzante para varios tipos de bebidas como el café, chocolate, se puede mezclar con jugo de limón como medicina para la gripe o tomarla así caliente, que es como se consume tradicionalmente en los desayunos bogotanos, ideal para los días fríos.

Es uno de los orgullos nacionales, tanto así que muchos locales dicen que los deportistas nacionales la consumen para subir su energía en competiciones. La aguapanela se toma como parte del desayuno, acompañada de otros delicios como una tajada de queso que al introducirlo en el  agua de panela caliente se funde o de almojábana caliente, que es un tipo de pan hecho a base de queso y harina, su nombre viene del árabe  Al-muyabbana.

Si te gusta la comida rápida, no puedes dejar a un lado este manjar que tiene chorizo, morcilla, chicharrón (piel de cerdo frita), longaniza, papas, plátano maduro y costilla de cerdo, todos estos ingredientes se pican y se mezclan en una misma taza y la combinación de sabor es espectacular. Todo ello como su nombre indica está frito. También se puede acompañar con alguna verdura, hay unas que vienen hasta con guacamole, pico de gallo o ají picante. ¡Una verdadera joyita!

Es tradición encontrar en un fin de semana en varios lugares de la ciudad que te ofrecen esta delicia típica. Aunque en cada zona de Colombia podrás encontrar variaciones diferentes, la que se hace en Bogotá está hecha con arroz que a su vez está envuelto en hoja de plátano y trae zanahoria, pollo, tocino, cerdo, arvejas y mucho más. Normalmente este plato hace parte del desayuno santafereño y se acompaña de chocolate y pan. Cuando desayunes uno, siempre querrás repetir, un sabor muy rico y propio de la región.

Doy paso a la sopa más popular de la ciudad, el Ajiaco. Su preparación es en fogón de leña, lo que le deja un sabor ahogado espectacular, contiene pollo desmenuzado,  papa criolla, pastusa y sabanera, mazorca de maíz y opcionalmente alcaparras y crema de leche. Además en su preparación, se les echa unas hojas que son propias de la región llamadas Guascas, de ahí su principal diferencial en sabor. La sopa servida en vasijas de barro, lo cual hace que visualmente uno se antoje más. Con solo escribir ya me volví a antojar… ¡En serio debes probarlo!

Por el otro lado, tenemos un caldo que es servido en los desayunos, la changua. Este es más fácil de preparar, ya que usa pocos ingredientes, tiene: leche, huevos, cebolla, sal, tostadas, mantequilla y cilantro.

Adicional, este platillo es acompañado con calado (pan redondo similar a la tostada) que se agrega al caldo al momento de servir en la mesa. Con este plato típico te podrás llevar un recuerdo más profundo de Colombia.

Bogotá, ubicada en la cordillera Oriental de los Andes, es una ciudad donde viven más de 7 millones de personas de diferentes regiones del país y es esta mezcla de cultura la que la hace especial, llena de color y contraste, una ciudad que todos los días tiene algo nuevo.

En la capital, hay infinidades de actividades que puedes disfrutar. Algunos de los imperdibles son un paseo por los lugares más emblemáticos del centro histórico, recorrer las calles empedradas de La Candelaria o subir a uno de sus cerros más emblemáticos. En este artículo descubrirás cómo sacarle provecho a un día en Bogotá, visitando sus lugares más icónicos y sacando el mejor provecho a tu viaje.

Para comenzar el plan de un día, te aconsejo comenzar visitando este cerro, donde podrás ver la panorámica de la ciudad y a la vez disfrutar de sus comidas típicas como el tamal, el chocolate con queso y la almojábana. Monserrate se encuentra a más de 3,100 Metros Sobre el Nivel del Mar y es uno de los sitios más turísticos de la ciudad. Su día de mayor concentración es habitualmente el domingo, ya sea porque muchos peregrinan hacia allá por ser un lugar religioso, o porque es el plan perfecto para hacer con la familia.

Puedes subir de 3 maneras: La primera es a través del teleférico, donde tendrás acceso a las vistas de la ciudad de una manera increíble, y en un par de minutos estarás ya en la cima, este es el más costoso de los 3, cuesta alrededor de unos 3€ por persona.

La segunda opción es a través del funicular, un pequeño metro que te subirá entre túneles y vistas terrestres, su precio es de unos 2 euros.

Y el último, pero que a mi parecer es el mejor, es subir caminando unos 1,605 escalones por el sendero peatonal, aquí estarás más cerca de la cultura, podrás ver cómo los más devotos suben de rodillas, esto en honor a sus promesas con Dios, o también muchos irán corriendo, ya que usan esto como ejercicio, ¡y sí que lo es!

Por mi parte, recomiendo tomarlo a tu propio ritmo, e ir disfrutando de las vistas, siempre llevando buena hidratación. ¿Te animas a subir hasta allá?

Después de bajar de monserrate, tienes cerca estos 3 lugares hacen parte de la misma zona histórica de la ciudad. Entre sus calles podrás ver la arquitectura de las casas y edificios de la colonia, que transportan a los turistas siglos atrás, además de combinarse con el color de los graffitis y murales que abundan en sus paredes, sobre todo en el Chorro de Quevedo. Algo que podrás hacer aquí, será tomar chicha, una bebida fermentada de maíz, autóctona de los pueblos indígenas que a día de hoy sigue siendo tomada entre los locales.

Mientras recorres las calles del centro histórico, tendrás un desafío. Gracias al artista Jorge Olave, en toda esta zona hay más de 20 estatuas mimetizadas entre los tejados y las fachadas. La más fácil de encontrar será la que está ubicada encima de la plazoleta del Chorro, espero que cuando visites la ciudad puedas encontrar un par más.

Siguiendo el recorrido, cerca al Chorro de Quevedo podrás caminar unas cuadras más y llegar a un lugar donde están exhibidas grandes obras de arte, el Museo del Banco de la República, vale la pena ir y pasar un rato por este lugar, ahí te impregnarás de la historia nacional. Además, pegado a él está la Casa de la Moneda y también el Museo Botero (uno de los artistas más importante del país, reconocido internacionalmente por sus gorditas). Mi recomendación es pegarse la pasada por este lugar ya que te dará una mejor perspectiva de la historia y cultura del país, además de ser un plan económico. 

Te doy un extra, cerca a estos tres museos también se encuentra el MAMU (Museo de Arte Miguel Urrutia) ahí siempre hay algo nuevo que ver, las galerías las están cambiando constantemente y trayendo exhibiciones de artistas nacionales como internacionales, muchas veces es gratis la entrada o los costos son muy bajos.

Para finalizar tu paseo por El Centro, te aconsejo ir al museo que acoge una de las colecciones más grandes de objetos de oro pre-hispánico en el mundo, en forma de más de 55.000 piezas de oro y otros materiales, las cuales se pueden disfrutar con visitas guiadas en inglés y español. Es una locura ver toda la joyería que hacían los antiguos indígenas de la región.

En este viaje histórico a través de las piezas de oro, aprenderás sobre el gran significado espiritual que poseía este preciado metal para las tribus precolombinas, que creían que la energía del sol permanecía en el oro. En cambio, con la llegada de los españoles, el oro se transforma en una historia de avaricia en busca de una ciudad de oro, representada en la leyenda de El Dorado.

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